miércoles, 12 de octubre de 2016

JUAN JOSE SENA



LOS DONES QUE ME DIERON

-Apenas si me dieron todo el tiempo del ángel derramado.
Fue como una postal del cielo en una lámina,
todo el cielo de dios en una sola lágrima,
todo un gran arenal de sol siempre irredento
en el fondo del miedo.

Entre zarzas ardientes,
y allá, en la lejanía,
más allá de las nubes,
la memoria sin voz.
Muda, impasible.

Te has cansado de hurgar entre tus muertos
Entre fatuas preguntas
Libro tras libro
Napa tras napa
Y nunca el agua
Para saciar tu sed
De un manantial de amor nunca saciado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario